Emily Bugg y Billy Lewis estaban encantados con la organización de su boda. Estos novios de 33 y 34 años, respectivamente, tenían planeada su ceremonia para octubre, pero el agravamiento de la pandemia provocó que tuvieran que cancelarla. Aun así, esto no los detuvo.
Que no se pudiera realizar el evento multitudinario no era impedimento para formalizar su amor, por lo que el 1 de octubre acudieron al Ayuntamiento de Chicago a casarse. Sin embargo, lo que sí iba a ser un problema era la señal que dieron a Big Delicious Planet, la empresa de catering. Habían dado 5.000 dólares (unos 4.100 euros) a la compañía, dinero que se iba a perder al cancelar la boda. Por ello, hablaron con ellos y les pidieron que utilizaran esa cantidad para una causa benéfica.